La creciente digitalización trae consigo desafíos importantes en materia de ciberseguridad. Recientemente, en España hemos sido testigos de dos ciberataques de gran relevancia: uno dirigido a El Corte Inglés, un gigante del comercio minorista, y otro al sindicato Comisiones Obreras (CCOO). Estos incidentes evidencian la sofisticación de los ciberdelincuentes y subrayan la urgencia de reforzar las medidas de protección digital.
El Corte Inglés ha confirmado un ciberataque que expuso datos personales de miles de clientes debido a la vulnerabilidad de un proveedor externo. Aunque se comprometieron datos de contacto y números de tarjetas de compra, la empresa asegura que no es posible realizar pagos con esta información. Tras detectar el incidente, se activaron los protocolos de seguridad, minimizando el impacto del ataque. Además, la compañía ha recordado a sus clientes que nunca solicitará contraseñas o información personal a través de canales no oficiales.
Por otro lado, el sindicato CCOO sufrió un ataque de ransomware a manos del grupo Hunter International, vinculado a Rusia. Los atacantes filtraron 570,8 GB de datos sensibles tras no recibir el rescate exigido. La información expuesta incluye documentos operativos de diversa índole del sindicato, ahora disponibles en la dark web. Este incidente destaca la peligrosidad del ransomware y la importancia de no ceder al chantaje de los ciberdelincuentes.
Ante estas situaciones, cabe destacar que España se ha convertido en el quinto país más afectado por ransomware a nivel mundial (informe Threat Landscape Report de S21sec), con 58 grandes ataques registrados en los primeros seis meses de 2024, un 38% más que en el mismo período de 2023. El sector retail ha experimentado un aumento del 178% en ataques de ransomware, liderando el ranking europeo. Además, los sectores tecnológico, financiero, público y de transporte han sido los más golpeados, destacando un incremento del 190% en ciberataques a instituciones gubernamentales.
Con el fin de minimizar los riesgos a los que suelen estar expuestas las empresas y profesionales, desde SOINTELCA recomendamos las siguientes pautas:
- Implementar autenticación multifactor (MFA): Añadir capas adicionales de seguridad para el acceso a sistemas críticos.
- Mantener los sistemas actualizados: Instalar parches de seguridad tan pronto como estén disponibles para evitar vulnerabilidades.
- Formar al personal en seguridad de la información y más concretamente en aspectos de ciberseguridad: Concienciar a los empleados sobre buenas prácticas y cómo identificar amenazas comunes.
- Realizar copias de seguridad regulares: Hacer backups periódicos y almacenarlos en lugares seguros y desconectados de la red principal.
- Auditar la seguridad de proveedores externos: Evaluar la seguridad de colaboradores y terceros para identificar posibles puntos débiles.
- Desarrollar y probar un protocolo de respuesta a incidentes: Tener un plan claro de actuación ante un ciberataque minimiza los daños.
- Cifrar la información sensible: Proteger los datos críticos tanto en tránsito como en local para evitar su uso indebido en caso de filtración.
En un entorno digital cada vez más complejo y amenazante, adoptar estas medidas es fundamental para proteger tanto los activos digitales como la reputación de las organizaciones. La ciberseguridad debe ser una prioridad estratégica para todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector.